La temporada 2017 del Open Slalom Drift (Trofeo de España de
Drift) ha empezado donde acabó el año pasado, en el circuito de Miranda de
Ebro. La primera sensación al llegar al circuito fue la de estar retomando el
campeonato donde lo dejamos, pero han cambiado muchas cosas, y nosotros también
hemos decidido probar con un nuevo formato.
Porque no es lo mismo verlo desde las gradas, estar a pie de
pista o juzgar desde la torre; el drifting es el único deporte de motor donde
de verdad importa el punto de vista. Por eso, en vez de una crónica como venía
haciendo hasta ahora, os traigo un texto más subjetivo analizando los puntos que
más nos llamaron la atención.
La guerra de potencia
ha llegado a la OSD
La mayoría de pilotos han estado apretando las tuercas a sus
coches durante el offseason y en Miranda se presentaron con muchísimos más
caballos que en la temporada pasada. Teniendo en cuenta que no todos los
pilotos tienen sus coches acabados, podemos esperar paddocks aún más llenos de
máquinas de hacer humo en los siguientes rounds.
Tenemos que destacar a FG Performance que se presentó con
tres Nissan S13 estratosféricos. El RB30 de Joan Caballer llamaba la atención en la lista de inscritos con sus 800cv, mientras que los dos CA con los que compitieron
Xavier Caballer y Josep Filló eran con una enorme diferencia los coches más
potentes de SemiPRO.
Los coches no ganan
las batallas por sí solos
La consecuencia de la guerra de caballos, es que ahora los
pilotos tienen que acostumbrarse a sus nuevas máquinas. Entre que era el primer
round y que los coches venían armados hasta los dientes, pilotos como Rubén
Martín, Alberto Canedo "Btoks" o Rubén Bolaños destacaron a pesar de tener motores menos
potentes que los demás porque traían los chasis bien puestos a punto.
La misma situación se dió en la categoría AM/SemiPRO en
la que los BMW e36 se impusieron a los Nissan y Toyota con motores turbo mucho
más potentes.
Toyota Supra mkIII
Aunque no es un coche muy común en los campeonatos de drift,
Mikel Malvadi demostró en clasificación que es un chasis muy competitivo y con
motor de sobra para hacer nubes de humo.
Su única desventaja es el
elevado peso, pero en las manos correctas y aprovechando bien su motor es un
coche ideal para ir a por el campeonato de SemiPRO. Y lo mejor, que casi no
necesita modificación alguna para dar la talla en el campeonato.
Una pena que a Malvadi le faltara agresividad a la hora de
perseguir, ya que fue uno de los pilotos que mejor rodó durante todo el fin de
semana.
Goyo y Atila,
auténticos showman
Gregorio Díaz y Cristian Espinós son dos de los pilotos más
reconocidos de la OSD, seguramente por la facilidad que tienen de conectar con
el público.
Goyo estuvo todo el fin de semana dándole de backwards al
segundo clipping, casi sin acordarse de que corría un campeonato. Cada vez que
pasaba alborotaba a toda la grada, que se emocionaba con el e30 amarillo
entrando a más de 90º y demostrando las capacidades de su geometría de
suspensión delantera.
En cambio a Atila se le vio muy centrado, con un pilotaje más pulido que el año pasado y con muchas ganas de hacerlo bien.
Ambos pilotos se enfrentaron en el top 16, con victoria de
Atila con su S14, pero no fue hasta el descanso de antes de las finales donde les vimos
disfrutar de verdad. Goyo se puso a hacer tándem a tres con Rubén Martín y Joan
Caballer, mientras que Atila se volcó con el público y llenó la pista de humo
rojo.
La gran familia de la
OSD
Cuando Jesús Sánchez rompió su motor en clasificación, muchos
pilotos se acercaron a echar una mano para que pudiera correr al día siguiente.
Subieron el coche a la grúa de Mikel Aragunde con la ayuda de unos cuantos
miembros de Barcelona Drifting y se lo llevaron lo más rápido posible a Urriaworks
para ponerle otro 2JZ que Asier tenía en el taller.
Ya que no se pudo aplazar la batalla al día siguiente volvieron al circuito con el coche a medio desmontar, pero es un claro ejemplo del ambiente
familiar y el compañerismo con los que se convive en el paddock de la OSD.
Aprovecho para agradecer a los pilotos, equipos y
organización la calidez con la que nos acogen. Es un verdadero placer poder estar
a vuestro lado en cada round.
La dinámica de las
batallas
Para sorpresa de muchos, los jueces pidieron que no se
persiguiera a espejo en las batallas. Lo que se juzgó fue que el piloto
perseguidor hiciera, al igual que el piloto que lideraba, una pasada como de
clasificación respetando siempre la línea ideal, y además, que gestionara la
distancia para llegar lo más pegados posibles al final de la pasada.
Esta decisión implicaba que los pilotos tuvieran que aplicar
la estrategia y hacer persecuciones mucho más técnicas.
Me parece que esto le restó espectacularidad a las batallas,
pero es verdad que las decisiones de los jueces fueron más claras para el
espectador ya que al compartir línea ambos pilotos es más fácil ver los errores
de cada uno.
¿Qué pasó con los
campeones?
Joan Caballer, que siempre ha sido de los mejores clasificando,
no defraudó y clasificó 1º con 95 puntos. Por la superioridad mecánica indiscutible
de su coche y por cómo lo dominaba, parecía que el round de Miranda ya tenía ganador
incluso antes de empezar con las batallas. A pesar de lo que pedían los jueces,
el domingo no le vimos centrado en su primera batalla y fue eliminado tras una
persecución muy por debajo de su nivel habitual.
Tenemos claro que esto sólo fue un desliz y que su candidatura
para campeón es firme, no había más que ver como entraba de backwards y
sonriendo en el segundo clipping en el descanso de antes de las finales.
A Jonathan Hernández "Perrako" en cambio no le vimos tan suelto en las batallas
como de costumbre. Aunque el sábado pudimos verle clasificar 2º y pilotar con
el nivel de un campeón su M3 e46 LS2 mejorado, en las batallas se mostró mucho
menos agresivo y sin esa actitud dominadora que caracteriza sus persecuciones. ¡Esperamos
verle a tope en los siguientes rounds!
Una final de
escándalo
David Infantes y Rubén Bolaños fueron los dos pilotos que
mejor comprendieron lo que pedían los jueces. Fueron capaces de conducir con
agresividad y descaro, metiéndose hasta la puerta del adversario sin perder la
línea.
No nos hubiera importado ver un OMT, sólo por verles batallar otra vez,
pero los jueces dieron la victoria a David Infantes tras una batalla
igualadísima.
Los BMW mandan en
AM/SemiPRO
En Miranda se vio claramente que para ganar esta categoría
no importa tanto el coche, sino que es una cuestión de manos. Los Nissan S13 y
los Toyota Supra de SemiPRO intimidaban en el paddock, pero a la hora de la
verdad los BMW e36 de AM se los llevaron a todos por delante.
De entre los pilotos locales destacaron Aitor Sanchez, que se llevó la 3ª plaza, y el vencedor del round Aitor Galan. Además de estos, Ekhi Gonzalez y Alex Pérez demostraron un altísimo nivel, a pesar de ser eliminados en el top8 por fallos propios. Todos ellos conducen BMWs e36.
A por el campeonato
Aitor Galan, que acabó segundo en AM la temporada pasada,
llegó a Miranda con un nuevo motor de 328i bajo el capó y las ideas bien
ordenadas. Supo mantener la calma en todas sus batallas y medir con precisión
cuando podía apretar a sus adversarios.
Se llevó la victoria tanto de AM como de SemiPRO venciendo
en la final a un soprendente Diego Sáez que competía por primera vez, tambien con un e36.
Open Slalom Drift PRO
1- David Infantes
2- Rubén Bolaños
3- Rodrigo Gallo
OSD AM/SemiPRO
1- Aitor Galan
2- Diego Sáez
3- Aitor Sánchez
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Redactor: Asier Aramendi