Domingo 8 de mayo. Según llegamos al circuito FK1 de
Villaverde de Medina (Valladolid), la primera noticia que recibímos fue el 100 que obtuvo Joan Caballer en clasificación. Nunca antes un piloto de la OSD había
obtenido la máxima puntuación, y según nos comentaron, Joan lo tuvo bien
merecido.
El trazado al que se enfrentaban los pilotos comenzaba en la
recta trasera del circuito, al que seguían cuatro curvas perfectamente
circulares enlazadas mediante pequeñas rectas tangentes. La primera era la más
cerrada, en la que Caballer tuvo que hacer un perfecto “backwards entry” para
conseguir su increíble puntuación el sábado. Para las batallas se prohibió esa
maniobra por la seguridad de los pilotos.
La siguientes dos curvas, un poco más grande la primera que
la segunda, eran a derechas y a
izquierdas respectivamente. Con los clippings colocados en el exterior, los
pilotos se veían obligados a recorrer todo el borde de las curvas con sus
ruedas traseras. Como la línea perfecta era muy difícil de seguir, vimos muchas
formas distintas de atacarlas y la mayoría de batallas se decidieron aquí.
La última curva, con clipping interior, era bastante corta y
la de mayor radio. Aunque a primera vista no parecía demasiado complicada, el
asfalto irregularmente mojado hizo que más de un piloto se diera la vuelta y
perdiera su batalla.
Importante mencionar que la lluvia y el suelo mojado
tuvieron una gran influencia durante toda la prueba.
Como explicaron los jueces en el briefing, lo que más iban a valorar para las batallas
eran la trazada y el ángulo en el caso del líder. En cuanto al perseguidor,
debía de seguir lo más igual posible al líder, sin importar lo bien o mal que
lo estuviera haciendo el primero. Además de esto, le dieron mucha importancia
al no hacer correcciones, que destaca mucho más en mojado.
Las batallas de AM/SemiPro comenzaron con el asfalto
totalmente mojado. Todos los pilotos llevaban ritmos distintos, lo que provocó
numerosos trompos y rectos. En estas condiciones tan difíciles los dos pilotos
que más destacaron fueron Aitor Galan (325i e36) y Nicolas Boelter (S14).
Galan perdió en el top8 contra Juan José Mimbrero (325i e36),
quien supo hacer la presión exacta y provocar el fallo de Aitor. Mientras tanto, Nico
siguió escalando posiciones hasta la final contra Juan Antonio Pérez y su M3
e46.
Juan Antonio se clasificó para la final venciendo a Iván
Bolaños (325i e46), otro de los pilotos que destacó en lluvia. A pesar de que
no condujo muy rápido, hacía muy bien las transiciones y tenía una de las
mejores líneas.
Durante la mañana el asfalto se fue secando con el paso de
los coches, dejando una superficie irregularmente mojada. Los dos pilotos que
mejor se adaptaron a las condiciones cambiantes, Juan Antonio y Nico, nos
ofrecieron una igualadísima final. Tanto que se resolvió a favor de Nico
Boelter por la mínima ventaja (5-5 , 4-6), después de un OMT(6-4 , 4-6).
En la “small final”, Juan José venció con velocidad y
agresividad a Bolaños en el asfalto ya casi seco.
El top16 de los PROs también fue en mojado, con la mayoría
de ellos conduciendo a punta de gas por la falta de tracción. Nos pareció muy
curiosa la idea de Caballer (S13 RB25) de hacer más surcos en las gomas
traseras con ayuda de una radial, aunque no le sirvió de mucho. Intentó dar más
gas de lo que permitía la pista mientras que Rubén Bolaños (e46 2JZ) controló
la situación con elegancia y se llevó una fácil victoria.
Como recordatorio de lo igualados que iban los pilotos de
PRO, tuvimos la oportunidad de disfrutar de dos OMT en los que Rodrigo Gallo (e36
M5 supercharger) se impuso a Oscar Ruiz (SubViper) y Jesús Sánchez (e36 2JZ) a
Oscar López (e30 M5). Batallas dignas de ver.
En las semifinales nos encontramos con los pilotos que mejor
supieron aprovechar los límites de la pista mientras esta se secaba. Con la
pista ya prácticamente seca, Gallo y Bolaños tuvieron una ajustada batalla en
la que Rodrigo Gallo salió victorioso.
En cuanto a la batalla de Jonathan Hernández “Perrako” (e46
LS) y Cezary “César” Checko (e36 Alpina B3) nos pareció una de las más
interesantes por los estilos totalmente opuestos de ambos.
Aunque claramente Perrako y su BMW fueron superiores, el estilo
de Cesar nos dejó boquiabiertos.
César llamó muchísimo la atención desde el momento en que
apreció en pista con su e36. Las llantas amarillas fluorescentes y muchísimos
grados de caída no dejan indiferente a nadie.
Con su agresiva imagen y los increíbles ángulos que consigue
mantener mientras conduce, hay muy pocos pilotos que tengan un estilo más
estético que el de César. Y no solo es bonito de ver, si no que estuvo clavando
las líneas y se adaptó como pocos a la superficie cambiante.
Consiguió llegar hasta “small final”, pero sufrió de falta de potencia y no pudo plantar cara a un Rubén Bolaños muy superior.
En la final Jonathan Hernandez fue imparable. Venció a Gallo
y se llevó su segundo triunfo consecutivo.
Tanto en Valencia como en Valladolid hemos visto a un
Perrako demoledor, impresiona verle en pista, y como continúe conduciendo con
esa actitud dominadora será muy difícil que alguien le dispute el título de
campeón del OSD 2016.
Open Slalom Drift PRO
1- Jonathan
Hernandez
2- Rodrigo Gallo
3- Rubén Bolaños
OSD SemiPRO
1- Nicholas Boelter
2- Juan Antonio Pérez
3- Juan José Mimbrero
OSD AM
1- Juan José Mimbrero
2- Iván Bolaños
3- Aitor Galan
Crónica: Asier Aramendi